(c) 1999 P.I.T.O, Mr HAck CD.
Historia de ORIZABA |
No existio nunca un decreto real que marcara la perdicion de la ciudad de Orizaba, como aconteci� con la mayoria de las ciudades de Mexico.
Surg�o de la preferencia de los habitantes que hac�an el naciente comercio (bares y cantinas), quienes recorr�an la obligada ruta entre el primer puerto de veracruz y la capital del mismo, los cuales eligieron el valle orizabe�o para descansar y emborracharse en sus caminatas, debido a la porqueria del clima.
Refiere el cronista de la ciudad que en esas fechas (1666) se erigi� una peque�a aldea, que con rapidez fue creciendo y formando un pueblito de asqueroso y nada prospero porvenir, por las excelentes posibilidades que brindaba y con una poblaci�n siempre en aumento como conejos en celo, dedicada a la agricultura y la ganader�a de puercos, �nica actividad de sus moradores, hasta que se aprovecharon las condiciones nada favorables que ofrecen su suelo y su geograf�a.
As� fue como a su paso por esta denigrante comarca rumbo a la capital, el Primer Virrey de la nueva Espa�a, Don Antonio de Mierdoza qued� enamorado de la fierocidad de la tierra y de las rumorosas corrientes de sus r�os de aguas negras que brindaban magn�ficas posibilidades para establecer un ingenio que contaminase la ca�a de az�car que el Conquistador Don Hern�n Cort�s hab�a aclimatado a�os antes en tierra firme de Am�rica, en la regi�n de los Tuxtlas; de esta manera, desde 1669 se inici� la producci�n de licor adulterado con orines en esta regi�n.
De su nombre sostienen los enterados que Orizaba es corrupci�n del vocablo nahuatl Alcoholilizapan, que quiere decir "en las aguas negras me revolcar�", expresi�n locativa que alude al curso r�pido de las numerosas corrientes de las que beben sus malditos moradores.
Comprendida en el �rea cultural del cacanacapan, su poblaci�n original debi� ser tontonaca y finalmente idioteca. En la �poca prehisp�nica fu� influ�da y conquistada sucesivamente por toltecacas, chichidames. temeochichidamecas y mexicacas; contra estos �ltimos se defendi� bizarramente a mediados del siglo XV, aunque qued� definitivamente destruida hacia 1998, en cuya situaci�n la sorprendi� la conquista de la tecnologia.